viernes, 28 de agosto de 2009

PARA TODOS

Hola a todos, aquí puse algo de información sobre estos países. En el caso de las potencias imperialistas, coloqué sobre todo discursos. El lunes vamos a trabajar con el material en la primera hora y luego haremos el juego de roles tan anunciado. Espero que lean mucho
Buen fin de semana
Lucía

Resistencia al imperialismo, para los que le tocó India

MAHATMA GANDHI

Discurso al Congreso Nacional Indio del 7 de agosto de 1942 (selección)

Hay gente que tiene odio en sus corazones hacia los británicos. Yo he oído a gente decir que estaban disgustados con ellos. La mente de la gente común no diferencia entre un británico y la forma imperialista de su gobierno. Para ellos ambos son lo mismo. Hay gente a la que no le importa la llegada de los japoneses. Para ellos, quizá, significaría un cambio de amos.

Pero esta es una cosa peligrosa. Ustedes deben removerla de sus mentes. Esta es una hora crucial. Si permanecemos quietos y no jugamos nuestra parte, no estaremos en lo cierto.

Si son solamente Gran Bretaña y Estados Unidos quienes luchan en esta guerra, y si nuestro papel es solamente dar ayuda momentánea, sea que la demos voluntariamente o nos la tomen en contra de nuestros deseos, no será una posición muy feliz. Pero podemos mostrar nuestra firmeza y valor solamente cuando esta sea nuestra propia lucha. Entonces cada niño será un valiente. Lograremos nuestra libertad luchando. No caerá del cielo.

Yo sé muy bien que los británicos nos tendrán que dar nuestra libertad cuando hayamos hecho suficientes sacrificios y probado nuestra fuerza. Debemos remover el odio a los británicos de nuestros corazones. Al menos, en mi corazón no hay tal odio. De hecho, yo soy ahora un amigo más grande de los británicos de lo que lo fui nunca.

La razón para esto es que en este momento ellos están en apuros. Mi amistad demanda que yo debo ponerlos al tanto de sus equivocaciones. Como yo no estoy en la posición en que ellos se encuentran, yo estoy en condiciones de señalarles sus equivocaciones.

Yo sé que ellos están al borde del abismo, y que están casi por caer en él. Sin embargo, aún si ellos quieren cortarme las manos, mi amistad demanda que yo debo tratar de empujarlos lejos de tal abismo. Esta es mi pretensión, ante la cual mucha gente puede reír, pero no me importa, yo digo que esta es la verdad.

En el momento en que estoy por lanzar la mayor campaña de mi vida, no puede haber odio hacia los británicos en mi corazón. El pensamiento que, porque ellos están en dificultades, yo debo darles un empujón está totalmente ausente de mi mente. Nunca ha estado allí. Puede ser que, en un momento de enojo, ellos puedan hacer cosas que puedan provocarlos. Sin embargo, ustedes no deber recurrir a la violencia; eso pondría a la no-violencia en la deshonra.

Cuando ocurren tales cosas, ustedes deben asumir que no me encontrarán vivo, doquiera pueda estar. Su sangre estará sobre vuestra cabeza. Si ustedes no entienden esto, será mejor si rechazan esta resolución. Redundará en vuestro crédito.

¿Cómo puedo culparlos por las cosas que ustedes no son capaces de comprender? Hay un principio en una lucha, que ustedes deben adoptar. No creer nunca, como yo nunca he creído, que los británicos van a caer. Yo no los considero como una nación de cobardes. Yo se que antes de que ellos acepten la derrota cada alma en Gran Bretaña será sacrificada.

Ellos pueden ser derrotados y pueden dejarlos a ustedes como dejaron a los pueblos de Birmania, Malasia y otros lugares, con la idea de recapturar cuando puedan el territorio perdido. Esa puede se su estrategia militar. Pero suponiendo que nos dejen, ¿qué nos ocurrirá? En tal caso Japón vendrá aquí.

La llegada de Japón implicará el fin de China y quizá también de Rusia. En estas cuestiones, el Pandit Jawarharlal Nehru es mi gurú. Yo no quiero ser el instrumento de la derrota de Rusia ni de China. Si tal cosa ocurre me odiaré a mi mismo.

Ustedes saben que me gusta ir a gran velocidad. Pero puede ser que yo no esté yendo tan rápidamente como ustedes quisieran. Sardar Patel es relatado como habiendo dicho que la campaña debe estar finalizada en una semana. Yo no quiero ser apresurado. Si finaliza en una semana será un milagro, y si esto ocurre significará el ablandamiento del corazón británico.

Puede ser que la sabiduría descienda sobre los británicos y que ellos entiendan que es equivocado poner en prisión al mismo pueblo que quiere luchar por ellos. Puede ser que sobrevenga un cambio en la mente de Jinnah, también.

La no-violencia es un arma incomparable, que puede ayudar a todos. Yo sé que no hemos hecho mucho por el camino de la no-violencia y sin embargo, si tales cambios sobrevienen, asumiré que es el resultado de nuestro trabajo durante los últimos veintidós años y que Dios nos ha ayudado a alcanzarlo.

Cuando yo levanté el lema “Dejen India” el pueblo de la India, que estaba entonces abatido, sintió que yo había puesto ante él una cosa nueva. Si ustedes quieren la libertad verdadera, habrán de unirse, y tal unión creará verdadera democracia –igual a la que no hace mucho fue intentada o presenciada.

Yo tengo mucho leído acerca de la Revolución Francesa. Mientras estuve en la cárcel leí el trabajo de Carlyle. Tengo una gran admiración por el pueblo francés, y Jawarharlal me ha dicho todo sobre la Revolución Rusa.

Pero yo sostengo a pesar que ellas eran luchas por el pueblo no eran luchas por la verdadera democracia, que yo visualizo. Mi democracia significa que cada uno es su propio amo. He leído suficiente historia, y no he visto tal experimento a tan gran escala por el establecimiento de la democracia mediante la no-violencia. Una vez que ustedes entiendan estas cosas olvidarán las diferencias entre hindúes y musulmanes.

La resolución que es puesta ante ustedes dice:

“No queremos permanecer como ranas en una charca. Estamos alentando una federación mundial. Ésta solamente vendrá a través de la no-violencia. El desarme es posible sólo si ustedes utilizan la incomparable arma de la no-violencia.”

Hay gente que puede llamarme un visionario, pero yo soy un verdadero bania y mi negocio es obtener swaraj.

Si ustedes no aceptan esta resolución no estaré apenado. Por el contrario, danzaré con alegría, porque entonces ustedes de relevarán de una tremenda responsabilidad, que ustedes están ahora poniendo sobre mí.

Les pido que adopten la no-violencia como una cuestión de estrategia. Conmigo es un credo, pero en tanto ustedes están implicados les pido que la acepten como una estrategia. Como soldados disciplinados ustedes deben aceptarla totalmente, y adherirse a ella cuando se unan a la lucha.

La gente me pregunta hasta qué punto soy el mismo hombre que era en 1920. La única diferencia es que soy mucho más fuerte en ciertas cosas ahora que en 1920.

New York Times, 8 de agosto de 1942



Discurso durante una revista militar al Ejército Nacional Indio, 5 de julio de 1943


¡Soldados del Ejército de Liberación de la India
!

Hoy es el día más magnífico de mi vida. Hoy la Providencia ha querido darme el privilegio y honor sin par de anunciar a todo el mundo que el Ejército de Liberación de la India ha comenzado a existir. Este ejército ha estado en formación militar en el campo de batalla de Singapur, la que antes fue baluarte del Imperio Británico.

Este es no sólo el Ejército que emancipará a la India del yugo británico, también es el Ejército que de allí en más creará el futuro ejército nacional de la India Libre. Cada indio debe sentirse orgulloso de que este Ejército, su propio ejército, haya sigo organizado completamente bajo conducción india y de que cuando llegue el momento histórico, bajo conducción india irá a la batalla.

Hay gente que una vez pensó que el Imperio en el que nunca se ponía el sol era un imperio eterno. Tal pensamiento nunca me preocupó. La historia me ha enseñado que todo imperio tiene su declinación y colapso inevitable. Además he visto con mis propios ojos ciudades y fortalezas que una vez fueron bastiones pero que se convirtieron en los cementerios de imperios pasados. Estando sobre el cementerio del Imperio Británico, incluso un niño se convence de que el todopoderoso Imperio Británico es ahora una cosa del pasado.

Cuando Francia declaró la guerra a Alemania en 1939 y comenzó la campaña, no hubo sino un sólo grito que se alzó de los labios de los soldados alemanes: “¡A París, A París!” Cuando los valientes soldados de Japón iniciaron su marcha en diciembre de 1941 no hubo sino un grito que se alzó de sus labios: “¡A Singapur, A Singapur!” ¡Camaradas! ¡Soldados! Hagan que su grito de combate sea: “¡A Delhi, A Delhi!” No sé cuántos de nosotros sobrevivirá individualmente a esta guerra por la libertad. Pero sé que finalmente ganaremos y que nuestra tarea no finalizará hasta que nuestros héroes supervivientes tengan un desfile victorioso en otro cementerio del Imperio Británico: el Lal Kila o Fortaleza Roja de la antigua Delhi.

A través de mi carrera pública, siempre he sentido que aunque India está madura para la independencia en todos los aspectos, ha carecido de una cosa: de un ejército de liberación. George Washington de América pudo luchar y ganar la libertad, porque tenía su ejército. Garibaldi pudo liberar Italia, porque tenía sus voluntarios armados tras él. Es vuestro privilegio y honor ser los primeros en adelantarse y organizar el ejército nacional de la India. Al hacerlo habéis removido el último obstáculo en nuestro camino hacia la libertad. Estad felices y orgullosos de ser los pioneros, la vanguardia, en tan noble causa.

Déjenme recordarles que tienen dos tareas a ejecutar. Con la fuerza de los brazos y al costo de vuestra sangre ustedes habrán de ganar la libertad. Entonces, cuando India sea libre, tendrán que organizar el ejército permanente de la India Libre, cuya tarea será preservar nuestra libertad para siempre. Debemos construir nuestra defensa nacional sobre una base tan firme que nunca más en nuestra historia perdamos nuestra libertad.

Como soldados, ustedes siempre habrán de preservar y dar vida a los tres ideales de fidelidad, deber y sacrificio. Los soldados que siempre permanecen fieles a su nación, que siempre están preparados para sacrificar sus vidas, son invencibles. Si ustedes, también, quieren ser invencibles, sepulten estos tres ideales en la parte más profunda de sus corazones.

Un verdadero soldado necesita tanto entrenamiento militar como espiritual. Ustedes deben, todos ustedes, entrenarse y entrenar a sus camaradas de manera que cada soldado tenga confianza ilimitada en sí mismo, sea consciente de ser inmensamente superior al enemigo, no tenga miedo a la muerte, y tenga la iniciativa suficiente como para actuar por sí mismo ante cualquier situación crítica que surja. Durante el curso de la presente guerra, ustedes han visto con sus propios ojos qué maravillas puede lograr el entrenamiento científico, unido al coraje, la valentía y el dinamismo. Aprendan todo lo que puedan de este ejemplo, y construyan para la Madre India un ejército moderno absolutamente de primera clase.

A aquellos de ustedes que son oficiales, me gustaría decirles que su responsabilidad es muy dura. Piensen que si la responsabilidad de un oficial en todo ejército en este mundo es de por sí grande, es mucho más grande en el caso de ustedes. Por nuestra esclavización política, no tenemos una tradición como la de Mukden, Port Artur o Sedan que nos inspire. Tenemos que desaprender algunas de las cosas que los británicos nos enseñaron y aprender muchas que ellos no nos enseñaron. Sin embargo, tengo confianza en que ustedes aprovecharán la ocasión y cumplirán la tarea que sus compatriotas han hecho caer sobre sus valientes soldados. Recuerden siempre que los oficiales pueden hacer o deshacer un ejército. Recuerden, también, que los británicos han sufrido derrotas en tantos frentes principalmente a causa de oficiales incompetentes. Y recuerden también que de vuestras filas nacerá el futuro estado mayor del Ejército de la India Libre.

A todos ustedes diré que en el curso de esta guerra tendrán que adquirir la experiencia y lograr el éxito que solamente pueden construir una tradición nacional para nuestro ejército. Un ejército que no tiene tradición de coraje, temeridad e invencibilidad no puede sostenerse en una lucha contra un enemigo poderoso.

¡Camaradas! Ustedes han aceptado voluntariamente una misión que es la más noble que la mente humana puede concebir. Para el cumplimiento de tal misión ningún sacrificio es demasiado grande, ni aún el sacrificio de la propia vida. Ustedes son hoy los custodios del honor nacional de la India y la personificación de las esperanzas y ambiciones de la India. Condúzcanse de manera que sus compatriotas los bendigan y la posteridad esté orgullosa de ustedes.

He dicho que hoy es el día más magnífico de mi vida. Para un pueblo esclavizado, no puede haber mayor orgullo, ni más alto honor, que ser el primer soldado en el ejército de liberación. Pero este honor lleva con él la responsabilidad correspondiente y estoy profundamente consciente de ello. Les aseguro que estaré con ustedes en la oscuridad y a la luz del sol, en la pena y en la alegría, en el sufrimiento y en la victoria. Por el momento, no puedo ofrecerles nada excepto hambre, sed, privación, marchas forzadas y muerte. Pero si me siguen en la vida y en la muerte, como tengo confianza que harán, los conduciré a la victoria y a la libertad. No importa quién de nosotros viva para ver a la India libre. Es suficiente que India sea libre y que demos todo para hacerla libre. ¡Quiera Dios bendecir a nuestro Ejército y concedernos la victoria en la lucha que vendrá!

Inquilab Zindabad ! Azad Hind Zindabad

Resistencia al imperialismo, para los que le tocó Vietnam (indochina)

El primer periodo independiente terminó en la mitad del siglo XIX, cuando el país fue colonizado por Francia. Esta nación, empleando como pretexto la ejecución de varios misioneros europeos decidió invadir toda la península de Indochina.

Toda esa región, y en especial Vietnam, era rica en arroz, opio y cuando pudieron traerse semillas del Amazonas también en caucho. Tanto es así que llegó a contribuir decisivamente a la crisis de las explotaciones de caucho en América del Sur.[2] Además era rica en metales de importancia estratégica como el estaño. Por último toda la Península resultaba una posición estratégica importante en Asia y en la ruta de Francia hacia China. Por todo ello París esperaba obtener del sureste asiático importantes beneficios.[3]

Los franceses se asentaron en los tres países levantando y transformando ciudades al estilo occidental, siendo Saigón uno de los principales ejemplos.

Los europeos dejaron la antigua capital imperial Hué como un referente meramente moral y a su emperador con una precaria guardia personal, pero logró conservar su poder moral.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Japón ocupó Vietnam. Pese a que la autoridad francesa se respetó en un primer momento, tras las sospechas de que los europeos podían estar colaborando con los estadounidenses en una invasión la autoridad francesa fue anulada, muchos miembros encarcelados y la mayoría debió huir hacia China en la llamada Columna Alessandri.[5]

De una forma similar a lo sucedido en la India a los británicos o en Indonesia a los holandeses; el fin de la Segunda Guerra Mundial hirió de muerte a la autoridad moral colonial y también a sus expectativas imperiales.

Francia tuvo que reconocer al poder vietnamita representado por Ho Chi Minh y el Viet Minh con la intención de que los chinos que habían penetrado desde el norte para expulsar a los japoneses se marcharan. Pero se reservaba la mayor parte del poder en materia exterior y de defensa, incluyendo a la Indochina francesa dentro de la Unión Francesa.

Pronto la Guerra de Indochina estalló favoreciendo en primer lugar a los franceses (que pudieron tomar y conservar el control de las ciudades) y después a los vietnamitas, que lograron evitar las grandes operaciones galas y posteriormente derrotarlos en la Batalla de Dien Bien Phu.

Los Acuerdos de Ginebra dividieron al país en dos con una promesa de elección para la reunificación o no del país. La prometida elección nunca se llevó a cabo por un golpe de estado, lo que no gustó a buena parte de los vietnamitas del sur ni al gobierno del norte establecido en Hanói.


La independencia de Indochina fue el resultado de una larga lucha desde finales del siglo XIX hasta 1954 contra las potencias coloniales y que terminó con el conflicto armado ocurrido en el antiguo protectorado de la Indochina francesa, dentro del marco de las guerras coloniales del siglo XX, y que tuvo como escenario desde sus inicios los actuales territorios de Laos, Camboya y Vietnam en el sureste asiático.








Resistencia al imperialismo, para los que le tocó Egipto

El interés de Gran Bretaña en Egipto se centraba en el canal de Suez, que facilitaba la ruta británica hacia la India. Las promesas relativas a la retirada del país, una vez que se restableció el orden, se anularon, por lo que el ejército británico ocupó Egipto hasta 1954. Aunque Tawfiq continuó en el trono como un príncipe administrador, el cónsul británico era el auténtico gobernador del país. El primer y más destacado cónsul general fue Evelyn Baring, conde de Cromer.

El movimiento nacionalista dirigido por Mustafá Kamil, abogado formado en Europa, fue respaldado por el sucesor de Tawfiq, Abbas Hilmi II, a finales del siglo XIX y comienzos del XX. Kamil hizo campaña en favor del autogobierno y el final de la ocupación británica.

Durante este periodo, la agricultura estuvo tan completamente dominada por el cultivo del algodón, para suministrar dicho producto a las fábricas textiles de Lancashire (Gran Bretaña), que los cereales para alimentar a la población egipcia tenían que ser importados. Se realizaron proyectos de regadío para incrementar la superficie cultivable y, finalmente, se pagó la deuda contraída con Gran Bretaña.

La ocupación fue admitida internacionalmente cuando, en 1904, Francia reconoció los derechos británicos en el país a cambio de que éstos reconocieran los suyos en Marruecos.



Inglaterra reconoció la independencia de Egipto en 1932, con la contrapartida de contar en la zona con importantes posiciones militares y navales. Durante la Segunda Guerra Mundial, aun sin declarar formalmente la guerra a Alemania, Egipto puso sus recursos más importantes en manos de Inglaterra. Las reivindicaciones de los partidos nacionalistas en torno a la menor presencia inglesa tomaron fuerza después de la contienda. Estas reivindicaciones se concretaron, sobre todo, en la retirada de las tropas inglesas del Canal de Suez, nudo vital de comunicaciones en esa región del mundo.

Un paso de ruptura importante fue la caída de la monarquía egipcia. El poder pasó a manos de un consejo revolucionario y, desde 1959, Nasser (foto) presidió la nueva república. El régimen político que llevarían a la práctica fue el llamado ‘sociaIismo árabe”: reforma agraria, industrialización, creación de puestos de trabajo. En 1956 nacionalizó el Canal de Suez, garantizando la libre navegación por él.

A partir de mediados de la década de 1950 se presentaron nuevos hechos: una política panárabe en contra del nuevo Estado israelí y un acercamiento a las naciones socialistas de Europa oriental.

Estas dos vías de política exterior, unidas a su situación estratégica, hicieron de este núcleo geográfico un área persistente de conflictos hasta nuestros días. Los problemas comenzaron cuando Estados Unidos se negó a aportar el financiamiento necesario para la presa de Assuan, cuyo crédito se obtuvo de ¡a Unión Soviética. Éste fue el principio de la intervención soviética en la zona, si bien Nasser pretendió mantener una posición neutral entre los dos bloques.

Los proyectos de unión entre los distintos países árabes no consiguieron evitar las diferencias entre naciones pobres y ricas (productoras de petróleo), ni entre la vieja mentalidad feudal y los nuevos líderes, provenientes de la intelectualidad y el ejército. Influirían continuamente en esta zona los intereses de Estados Unidos y los países europeos. La intervención en sus asuntos internos se volvió bastante frecuente. El problema de Israel vendría a agravar aún más la situación.

Resistencia al imperialismo, para los que le tocó sudáfrica

Fue colonizada por holandeses e ingleses hacia el siglo XVII: en 1652 el holandés Jan van Riebeeck establece el primer asentamiento, un puesto de aprovisionamiento para la Compañía Holandesa de las Indias Orientales en la actual Ciudad del Cabo. Pero la dominación inglesa que comenzó con la primera ocupación del Cabo entre 1795-1803, produjo el éxodo de los descendientes de holandeses (conocidos como Boers o Afrikaners) hacia el norte. Esta gesta es conocida como Groot Trek, o Gran Travesía, estableciendo nuevas colonias: Estado Libre de Orange y Transvaal cuyas independencias reconoció Inglaterra.

El descubrimiento de diamantes, en Kimberley hacia 1860, y oro, en la región del Transvaal pocos años después, resultaron en la ocupación británica de esos nuevos estados y en las Guerras Anglo-Boer que establecieron el dominio definitivo de los británicos.

Luego de la independencia de Inglaterra, de la 'Unión Sudafricana' en 1910, siguió un período de unas tres décadas en el que el poder fue compartido, no sin dificultades, entre ambos grupos de descendientes hasta los años 1940 cuando el Partido Nacionalista Afrikaner pudo obtener, y mantener por muchos años, una fuerte mayoría en el gobierno.

Los estrategas del Partido Nacionalista inventaron el apartheid como una manera de asegurarse el control sobre el sistema político, social y económico de la nación. El objetivo inicial era mantener la dominación blanca y extender la separación racial. Hacia los años '60 comenzó el llamado 'Grand Apartheid' que enfatizó la separación territorial y la represión policial.

Con la sanción de las leyes del apartheid, luego del triunfo electoral del Partido Nacionalista, se institucionalizó la discriminación racial. Las leyes raciales abarcaron todos los aspectos de la vida social, incluyendo la prohibición del matrimonio y las relaciones sexuales entre blancos y no-blancos y la clasificación de algunos trabajos como 'exclusivos para blancos'.

Hacia 1950 la Ley de Registro Poblacional (Population Registration Act) requirió que todos los sudafricanos fueran clasificados racialmente dentro de una de las tres categorías siguientes: blanco, negro o 'coloreado' (de ascendencia mixta). La categoría de 'coloreados' incluía mayores subgrupos que abarcaban a indios (de India), asiáticos (pero no japoneses que eran considerados blancos ni chinos y malayos que encuadraban en otros subgrupos), chinos y malayos del cabo. Lo mismo ocurrió con los negros, africanos o bantúes con subgrupos que referían a sus grupos de origen como Basotho, Zulu, Xhosa, Tswana, Ndebele, etc.

La clasificación se basaba en la apariencia, aceptación social y ascendencia. Por ejemplo, un blanco era definido como 'en apariencia obviamente una persona blanca o generalmente aceptada como una persona blanca'. Esa determinación tomaba en cuenta sus 'hábitos, educación, discurso, conducta social y actitud' y nunca sería considerado blanco si alguno de sus ascendientes no lo era. Una persona negra debía ser, o ser aceptada como, miembro de una tribu africana y una persona 'coloreada' era alguien que no encuadraba en las dos categorías anteriores. El Departamento de Asuntos Internos (Department of Home Affairs) era responsable de esta clasificación a través del Ente de Clasificación Racial (Race Classification Board). No cumplir con las leyes raciales implicaba ser tratado con la máxima dureza legal.

En 1951 la Ley de Autoridades Bantúes (Bantu Authorities Act) estableció las bases para el gobierno étnico de la 'reservas' africanas, conocidas como 'homelands' ('tierra de nacimiento o tierra madre'). Estos 'homelands' eran estados independientes al que eran asignados los africanos de acuerdo a su ficha de origen, la que muchas veces era incorrecta. De esa manera todo acto político, especialmente el voto, fue restringido a la esfera del homeland al que fuera asignado, perdiendo la ciudadanía sudafricana y todo derecho a verse involucrado en actividades parlamentarias sudafricanas pese a que el Parlamento mantenía una completa hegemonía sobre los homelands. Se crearon cinco de estos pseudo estados: Transkei, Ciskei, Venda, Zululand y Bophuthatswana. Todas las personas negras fueron obligadas a llevar el 'pass book', una suerte de documento de identidad que agregaba su clasificación racial, impresión digital e información sobre su autorización para acceder a determinadas áreas blancas, generalmente por causas laborales. Las administraciones de los homelands se negaron a admitir la independencia manteniendo la presión por los derechos políticos de la mayoría negra dentro de una Sudáfrica única.



Resistencia al imperialismo, para los que le tocó china



“Nosotros hemos comprobado, bárbaros ingleses, que habéis desarrollado una naturaleza y una costumbres de lobo, saqueando y robando bienes por la fuerza (...). Habéis venido a nuestro país con espíritu de lucro. ¿Qué conocimientos tenéis de nosotros? Vuestra ansia de ganancias se parece a la voracidad de los animales. En cambio, ignoráis nuestras leyes y nuestras instituciones; nada sabéis de principios justos (...). Más allá de la fortaleza de vuestros barcos, de la violencia del disparo de vuestros fusiles y de la potencia de vuestros cañones, ¿qué otras cualidades tenéis?

Panfleto de una sociedad secreta china. Cantón. 1856.


“Después de bregar arduamente por abrir el mercado chino, las principales importaciones chinas para el consumo masivo resultaron ser una droga -el opio- y un combustible, el queroseno.
El opio, tras ser elaborado [en la India], se vendía en subasta pública bajo el patrocinio oficial británico en la India y era posteriormente transportado a China por comerciantes privados británicos e indios autorizados por la Compañía de las Indias Orientales, que aún gobernaba la India. Las ventas de opio en Cantón pagaban los envíos de té (chino) a Londres en un próspero comercio triangular entre India, China y Gran Bretaña.”

John K. Fairbank. China, una nueva historia. 1996.


“Pero existe una categoría de extranjeros malhechores que fabrican opio y lo traen a nuestro país para venderlo, incitando a los necios a destruirse a sí mismos, simplemente con el fin de sacar provecho. Anteriormente, el número de fumadores de opio era reducido; pero ahora el vicio se ha extendido por todas partes y el veneno va penetrando cada vez más profundamente (...) Por este motivo, hemos decidido castigar con penas muy severas a los mercaderes y a los fumadores de opio, con el fin de poner término definitivamente a la propagación de este vicio. Parece ser que esta mercancía envenenada es fabricada por algunas personas diabólicas en lugares sometidos a vuestra ley (...) He oído decir que en vuestro país está prohibido fumar opio. Ello significa que no ignoráis hasta qué punto resulta nocivo. Pero en lugar de prohibir el consumo del opio, valdría más que prohibieseis su venta o, mejor aún, su producción (...)
Todo opio que se descubre en China se echa en aceite hirviendo y se destruye. En lo sucesivo, todo barco extranjero que llegue con opio a bordo será incendiado (...) Entonces, no solo no obtendréis ningún beneficio de nosotros, sino que os arruinaréis en el negocio. (...) No digáis luego que no se os avisó a tiempo.”

Lin Ze-xu. Carta a la reina Victoria. 1839.




Imperialismo - para los que les tocó Francia

"Las razas superiores poseen un derecho sobre las razas inferiores. Yo mantengo que ellas tienen un derecho, porque también tienen un deber. El deber de civilizar las razas inferiores.
Yo afirmo que la política colonial de Francia, la política de expansión colonial, la que nos ha obligado a ir, durante el Imperio, a Saigón, a la Cochinchina, la que nos ha llevado a Túnez, la que nos ha arrastrado a Madagascar, insisto en que esta política de expansión colonial se ha inspirado en una verdad sobre la que, sin embargo, es necesario suscitar por un instante vuestra atención: a saber, que una Marina como la nuestra no puede prescindir, en la extensión de los océanos, de sólidos refugios, de defensas, de centros de avituallamiento."
J. Ferry, Discurso en la Cámara. Francia, julio de 1885.


"«La política colonial se impone en primer lugar en las nociones que deben recurrir o la emigración, ya por ser pobre su población, ya por ser excesiva. Pero también se impone en las que tienen o bien superabundancia de capitales o bien excedente de productos ésta es la forma moderno actual más extendida y más fecunda (…).

Desde este punto de vista, lo repito, la fundación de una colonia es la creación de un mercado (…). En el tiempo en que estamos y con la crisis que pasan todas las industrias europeas, la fundación de una colonia es la creación de una salida. Allí donde permanezca el nudo colonial entre la madre-patria que produce y las colonias que ella fundó, se tendrá el predominio de los productos: económico, y también político (…)

Hay un segundo punto que debo igualmente abordar: es el lado humanitario y civilizador de la cuestión. Es preciso decir abiertamente que, en efecto, las razas superiores tienen un derecho con respecto a las razas inferiores porque existe un deber para con ellas. Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas.

Sr. Maigne: ¿Se atreve usted a decir eso en el país donde se han proclamado los derechos del hombre?

Sr. Guilloutet: Es la justificación de la esclavitud y de la trata de negros.

Jules Ferry: Si el honorable Sr. Maigne tiene razón, si la Declaración de los Derechos del Hombre ha sido escrita para los negros de África ecuatorial, entonces, ¿con qué derecho van ustedes a imponerles los intercambios, el tráfico? Ellos no los han llamado…

Las razas superiores tienen el deber de civilizar a las razas inferiores. ¿Y existe alguien que pueda negar que hay más justicia, más orden material y moral en el África del Norte desde que Francia ha hecho su conquista?»"
Discurso de Jules Ferry ante la Cámara, París, 1885.

"«La colonización es la fuerza expansiva de un pueblo, es su potencia de reproducción, es su dilatación y su multiplicación a través del espacio, es la sumisión del universo o de una gran porte de él, a su lengua, a sus costumbres, a sus ideas y a sus leyes. Un pueblo que coloniza es un pueblo que pone los cimientos de su grandeza y de su supremacía futura (…). Desde el punto de vista moral e intelectual, este crecimiento del número de las fuerzas y de las inteligencias humanas modifica y diversifica la producción intelectual. ¿Quién puede negar que la literatura, las artes y las ciencias de una raza determinada al ser amplificados, adquieren un impulso que no se encuentra entre los pueblos de una naturaleza más pasiva y sedentaria?
Desde cualquier punto de vista que se adopte, sea que nos contentemos con la consideración de la prosperidad, de la autoridad y de la influencia política, sea que nos elevemos a la contemplación de la grandeza intelectual, he aquí el enunciado de una verdad indiscutible: el pueblo que coloniza más es el primer y mejor pueblo, y sin no lo es hoy, lo será mañana.»"
P. Leroy-Beauiieu, La colonización en los tiempos modernos, 1874.

“¿Dejarán que otros que no seamos nosotros se establezcan en Túnez, que otros que no seamos nosotros se sitúen en la desembocadura del río Rojo [Vietnam] (...) que otros que no seamos nosotros se disputen las regiones del África ecuatorial? (...) En esta Europa nuestra, en esta competencia de tantos rivales que crecen a nuestro alrededor, la política de recogimiento o de abstención no es otra que el camino de la decadencia.”

Jules Ferry. Discursos.


Sin negar que los negros se puedan civilizar, es cierto, pero, que su civilización siempre será inferior a la nuestra, porque la fuerza de la mente de aquella gente es realmente inferior. Creemos que la raza superior a cualquier otra, aquella de la que dependerá siempre el destino del mundo, es la raza blanca.

Farmochi. Curso de geografía universal, 1850.

Imperialismo - para los que les tocó Inglaterra (Reino Unido)

LA LABOR DEL HOMBRE BLANCO

Lo que ahora sentimos es que nuestro dominio sobre aquellos territorios sólo puede justificarse si demostramos que aumenta la felicidad y prosperidad de los pueblos, y yo sostengo que nuestro dominio ha llevado y lleva seguridad, paz y mayor prosperidad a países que nunca habían conocido antes tales beneficios.

Al llevar a cabo esta tarea civilizadora, estamos cumpliendo lo que yo creo que es nuestra misión nacional, al tiempo que encontramos la ocasión de poner en práctica las cualidades y potencialidades que han hecho de nosotros la gran raza gobernante. No estoy afirmando que nuestro éxito haya sido total en cualquier caso, ni que nuestros métodos hayan estado fuera de cualquier reproche. Pero mantengo que casi en cualquier lugar en el que el dominio de la Reina ha sido establecido y se ha impuesto la gran Pax Británica, con ella ha llegado una mayor seguridad para la vida y la propiedad, y una mejora material de las condiciones de la mayoría de la población.

JOSEPH CHAMBERLAIN, Foreign and Colonial Speeches, 1897


1. Las analogías entre los negros y los monos son más grandes que entre los monos y los europeos.
El negro es inferior, intelectualmente, al hombre europeo. El negro sólo puede ser humanizado y civilizado por los europeos. “
J. JUNT. Sesión científica de la Sociedad Antropológica de Londres 1863.


Es la británica la más grande de las razas dominantes que el mundo ha conocido y, por consiguiente, el poder determinante en la historia de la civilización universal. Y no puede cumplir su misión, que es crear el progreso de la cultura humana, si no es merced a la expansión de la dominación inglesa. El espíritu del país tendrá fuerzas para cumplir esta misión que nos ha impuesto la Historia y nuestro carácter nacional. [...] El Imperio británico, firmemente unido, y los Estados Unidos deben juntos asegurar la paz del mundo y asumir la pesada responsabilidad de educar para la civilización a los pueblos retrasados.

Joseph Chamberlain al frente del Miisterio de Colonias británico, en 1895.


“Podemos dividir las naciones del mundo, grosso modo, en vivas y moribundas. Por un lado, tenemos grandes países cuyo enorme poder aumenta de año en año, aumentando su riqueza, aumentando su poder (...). Los ferrocarriles les han dado el poder de concentrar en un solo punto la totalidad de la fuerza militar de su población y de reunir ejércitos de un tamaño y poder nunca soñados por las generaciones que han existido. La ciencia ha colocado en manos de esos ejércitos armamentos que aumentan cada vez más su eficacia destructiva y que, por lo tanto, aumentan el poder, terrible poder, de aquellos que tienen la oportunidad de usarlos.”

Lord Salisbury. Fragmento de un discurso. 4 de mayo de 1898.


“Estos pueblos (africanos) son muy difíciles de manejar (...) No tienen idea de los deseos y de las complejas necesidades que constituyen lo que nosotros llamamos civilización y es asumir una gran responsabilidad sacarlos gratuitamente del estado de barbarie en el cual viven satisfechos dichosos.”

The Times. 1877.


“Una nación es como un individuo: tiene sus deberes que cumplir y nosotros no podemos desentendernos de los nuestros hacia tantos pueblos encomendados a nuestra tutela. Sólo nuestra dominación puede asegurar la paz, la seguridad y la riqueza a tantos desgraciados que, nunca anteriormente, han conocido estos beneficios. Y es terminando esta obra civilizadora como nosotros llevamos a cabo nuestra misión nacional, para el eterno provecho de los pueblos a la sombra de nuestro cetro imperial.”

J. Chamberlain. Discurso.




sábado, 8 de agosto de 2009

Enfermedades y condiciones de vida de los obreros ingleses en el s. XIX



En el libro de La situación de la clase obrera en Inglaterra, Federico Engels a sus 24 años de edad hace un análisis a profundidad del tema incluyendo aspectos que siguen siendo relevantes hoy:

A diferencia de un esclavo que vende su vida de una vez y para siempre asegurando a la vez su subsistencia, el obrero la vende todos los días sin tener nada seguro. Hoy como hace dos siglos, la clase obrera se enfrenta a una lucha constante por su supervivencia, a ello agregamos las bondades del capitalismo recalcitrante que entre otras cosas afecta severamente a la salud de millones de personas, fundamentalmente de las familias obreras, a consecuencia del desgaste físico y sicológico al que las somete.
Con el desarrollo de la industria, las nuevas ciudades comenzaron a transformarse. El centro principal de la industria textil, Lancashire, se trasformó totalmente. Surgieron ciudades gigantescas como Liverpool y Manchester.

El tremendo desarrollo de las ciudades fue a costa de la constante degradación de la vida de los obreros, siendo ellos los que lo habían posibilitado. Encontrar un trabajo se convierte en una suerte, un “favor que la burguesía hace al obrero”. Sin empleo la perspectiva de morir de hambre llevaba al robo y la delincuencia y esto se convirtió en una salida para miles generando un ambiente de descomposición social. A eso sumamos las pésimas viviendas en que vivían miles de obreros y sus familias.

La industria de la construcción, voraz de beneficios, omitía las medidas más básicas de construcción de viviendas adecuadas y salubres, sin ventilación, en la parte más fea de la ciudad, sin pavimentación, muchas de ellas se encontraban a orillas de desagües, en barrancos y zanjas, que representaban un peligro constante. No había un sistema de desagüe, los residuos quedaban en la superficie, muy cerca de las viviendas, creándose focos de infecciones y contaminación del ambiente; las casas de estas zonas no se salvaron del cólera.

Las epidemias se propagaban fácilmente en estas grandes ciudades. Éstas contaban con una población mayor a los 2 millones de habitantes. La mayoría hacinados, familias enteras de siete u ocho miembros vivían en un cuarto de 6 metros cuadrados. En Manchester la cifra se encontraba entre 4 mil y 5 mil hombres y mujeres en esta situación. En muchos casos la cama no era más que los harapos que traían puestos generalmente de algodón y mal adaptados para el clima.

Los padres de familia contaban sólo con la ropa de trabajo y en la pieza no había si acaso algún mueble viejo, una mesa, una silla, incompletas por la necesidad de madera para ahuyentar el frío, y constantemente llenas de suciedad.

Con miles en las mismas condiciones, no era de extrañar que las epidemias se propagaran rápida y ferozmente. En estas circunstancias no es extraño que lo que queda a la mano se convierta fácilmente en un exceso, como el consumo del alcohol y el sexo. La mala salud se convierte en un problema social a escala masiva, producto de las pésimas condiciones de existencia. Por todos lados la salud se ve afectada, por los espacios viciados y descompuestos.

Pero esto no es lo único, otro problema que afecta a la salud, es lo que tomaban como alimento. La clase obrera inglesa cobraba los sábados por la tarde, eso significaba que la compra de comida se realizaba por la tarde cuando la clase media ya había arrasado con los mejores productos, por lo que no tenían oportunidad de escoger lo que compraban, además de que generalmente no podían adquirir mejores productos por su elevado costo. De tal forma que lo que consumían era de lo peor en el mercado: vegetales y lácteos en descomposición; estos productos no podían consumirse más allá del siguiente día. Los pequeños comerciantes se aprovechaban de la falta de alternativas para estos obreros, vendiendo productos adulterados, de bajísima calidad y reduciendo las cantidades por el mismo precio. Según informes del Manchester Guardian se vendía mantequilla salada por mantequilla fresca, ya sea cubriéndola con una capa de esta última, ya sea colocando una libra de mantequilla fresca en el mostrador para que el cliente la pruebe. Se mezclaba arroz pulverizado con el azúcar u otros artículos baratos y se vendía a mayor precio, hasta se llegaba a mezclar el café en grano, dándole a la mezcla la forma de granos de café, el cacao se mezclaba con tierra, etc.

La dieta era muy básica, casi sin incluir carne, lo cual se reflejaba en enfermedades que eran cotidianas entre los niños, jóvenes y adultos, como las escrófulas o el raquitismo (enfermedad inglesa, excrecencias nudosas que aparecen en las articulaciones) “…muy extendido asimismo entre los niños de los trabajadores. La osificación es retardada, todo el desarrollo del esqueleto retrasado, y además de las afecciones raquíticas habituales, se comprueba con bastante frecuencia la deformación de las piernas y la escoliosis de la columna vertebral.” Todo ello además de la tisis o el tifus, productos de la mala ventilación, la humedad y el desaseo. En 1837 el tifus atacó aun más agresivamente, el 16.5 por ciento de los enfermos murió. Con cada nueva crisis una epidemia de enfermedades aparecía, esta furia del tifus en 1837 fue un juego de niños como lo escribe Engels comparada con la que siguió a la crisis de 1842. La sexta parte del número total de pobres en toda Escocia fue víctima de esa fiebre.

Los obreros no tienen posibilidad de acudir a un medico, el costo es demasiado elevado y las alternativas que se le ofrecen son generalmente charlatanería que habitualmente resultaban nocivos.

En tiempo de crisis las cosas son todavía peor: “cada crisis barrería sin duda a parte de la población "excedente" que moriría de hambre. Pero como el período más grande de la depresión económica es a pesar de todo muy breve -un año, a lo sumo 2 años ó 2 años y medio-, la mayoría de ellos salva el pellejo a costa de graves privaciones.” Cada crisis provoca una multitud de víctimas, debido a enfermedades.

Incluso la salida que puede encontrar como distracción a su miseria y la falta de educación, daña la salud de los obreros. El consumo excesivo del alcohol hace de su cuerpo debilitado una presa de toda clase de enfermedades y avería su sistema inmunológico. Y la propagación de enfermedades es favorecida por la aglomeración de las tabernas.

La afectación más grave de salud se producía entre los obreros de la ciudad, debido a todas las condiciones de vida antes descritas. Como queda claro, la situación de la clase obrera inglesa era deplorable.

Increíblemente a dos siglos la historia sigue siendo así en muchos sitios de África, América Latina y Asia. Miles de obreros fabriles se ven obligado a trabajar en condiciones inhumanas con la presión moral de ser despedido en cualquier momento, por quedarse dormidos, por no ir al ritmo de las inagotables máquinas, por no aceptar y rendir las más de 12 horas de trabajo, en las que comúnmente se pasan nueve de esas horas sin parar un solo momento. Todo lo relatado por Engels en este libro es aterrador. La situación de los niños, hijos de obreros, engendros de la mala condición física de su madre, habitualmente también trabajadora, y condenado desde antes de su nacimiento a una existencia precaria es traído al mundo débil, expuesto a cualquier enfermedad e incluso ya enfermo. Aún así se ve obligado a trabajar desde muy pequeño para ayudar al sustento de la familia. Los niños son privados del aire fresco, del juego que le permitirá fortalecer sus músculos, y la convivencia que le ayudara a un desarrollo integral. Nada de eso existe para un niño obrero, en cambio se presenta ante él el ambiente viciado y asfixiante de la fábrica, que lo explota por largas jornadas, lo mismo es para el resto de su familia.

Los obreros y obreras, ya sean adultos o niños, ven seriamente afectada su saludo debido a las condiciones de trabajo en la fábrica. Las largas horas de trabajo de pie deforma su columna vertebral, las caderas y las piernas; en los trabajos de afilado de cuchillos, las minas, etcétera. Las partículas metálicas cortantes se introducen en los pulmones para asegurar una muerte prematura: estos trabajadores no viven más de 35 o 45 años. Las mujeres y los niños de la costura y confección, sufren deformaciones en columna y manos, la vista de ve afectada al grado de la ceguera y la tuberculosis es casi inevitable. Se genera un agotamiento considerable de toda la energía física y por ende todo género de males. El ambiente en las fábricas es generalmente caluroso y húmedo, por lo que los obreros llevan poca ropa puesta, sin embargo, al cambio de temperatura al salir, o al entrar una ráfaga de viento fresco causaba resfriados que fácilmente podían complicarse. Los obreros ingleses se veían seriamente afectados por las enfermedades crónicas, de modo que ante una enfermedad ya presente el ambiente de la fábrica y estos cambios de temperatura traen mayores complicaciones.

El ambiente depresivo y el constante estrés también juegan si papel en el debilitamiento del sistema inmunológico, de modo que los obreros ingleses del siglo XVIII tienen una vida raquítica repleta de enfermedades constantes y crónicas, todo ello para asegurarse sólo el sustento mínimo necesario para la vuelta al trabajo al día siguiente. De este modo miles de obreros son absorbidos por el capitalismo para arrojar ganancias a la burguesía. La burguesía no está dispuesta a comprar asientos, a brindar servicio médico, ni a elevar los salarios o mejorar las condiciones de la fábrica: esto se traduciría en menores ganancias para ella. Los obreros ya que ya no pueden dar más de sí son simplemente reemplazados por algunos de esos miles sin empleo. De modo que antes de conservar la mano de obra acuden a su reemplazo.

Fiebre Amarilla en la Historia I

La fiebre amarilla ha sido una fuente de epidemias devastadoras en el pasado. Soldados franceses fueron atacados por fiebre amarilla durante la Revolución Haitiana de 1802, en donde más de la mitad de la milicia murió por razón de la enfermedad.
Cada nuevo brote era seguido por miles de muertes en las localidades del hemisferio occidental, hasta que las investigaciones, incluyendo aquellas con voluntarios humanos (algunos de los cuales fallecieron), conllevó al entendimiento del modo de transmisión a los humanos (principalmente por mosquitos) y el desarrollo de una vacuna, junto con otros esfuerzos preventivos al comienzo del siglo XX.
A pesar de la costosa aparición de conocimientos por el médico cubano Carlos Finlay< y el médico estadounidense Walter Reed, y muchos otros en los últimos 100 años, varias poblaciones no-vacunadas en muchas naciones en desarrollo del África y Sudamérica, continúan en gran riesgo.

domingo, 2 de agosto de 2009

Contexto siglo XVIII y XIX

La sociedad y los cambios en la ciudades

Muchas ciudades crecieron de una forma rápida y desordenada, sin ninguna planificación, lo que dio lugar a unos núcleos urbanos industriales superpoblados, insalubres y, a veces, tan contaminados que la gente tenía que ir a tientas en pleno día.

Además, a medida que se desarrolló la urbanización, se agudizó la separación entre las clases acomodadas, aristócratas y burgueses, que habitaban en los nuevos barrios, y los obreros y obreras, que se hacinaban en hileras de casas pequeñas y antiguas del centro urbano o de los nuevos barrios construidos en torno a las fábricas, sin servicios básicos y muy contaminados.

Con el tiempo, las ciudades se fueron reformando, y se instalaron sistemas de alcantarillado, pavimentado, recogida de basuras, iluminación, ventilación de las viviendas, etc. Otros problemas que comenzaron a preocupar ya en esa época fueron el abastecimiento de agua potable y la purificación de los ríos. Pero la desigualdad continuó.

Los campesinos europeos durante el siglo xix




A pesar de la industrialización, la mayoría de la población seguía siendo campesina. Había grandes diferencias entre unas regiones y otras:

  • En el norte y el oeste de Europa la mayoría de los campesinos eran propietarios y fueron incorporando máquinas y nuevas técnicas de cultivo.
  • En el sur de Europa, en las regiones latifundistas (Andalucía, sur de Italia), eran muy numerosos los jornaleros, campesinos a sueldo que cobraban un jornal escaso y tenían una vida miserable. En estas zonas las innovaciones de la revolución agrícola tardaron más en incorporarse.
  • En el centro y este de Europa los campesinos sufrían la peor situación y muchos siguieron siendo siervos hasta la segunda mitad del siglo XIX.

El número de campesinos fue descendiendo paulatinamente a lo largo del siglo XIX, ya que muchos emigraron a las ciudades en busca de trabajo.

Las condiciones de trabajo en una fábrica


Los trabajadores de las industrias del siglo XIX tenían que soportar unas condiciones laborales muy duras:

  • Los horarios eran excesivamente largos (más de doce horas, por lo general) y se prolongaron cuando se comenzó a utilizar la iluminación de gas.
  • La disciplina laboral era muy dura. Se castigaba con multa al que abandonara el trabajo por cualquier necesidad o al que hablara o silbara mientras trabajaba.
  • La inseguridad en el trabajo era total. El obrero debía poner un sustituto si caía enfermo; no cobraba los días perdidos y podía ser despedido sin ningún derecho. Por lo general, la fábrica no reunía las condiciones mínimas de higiene y salubridad. En las fábricas textiles, por ejemplo, el polvo de la materia prima producía enfermedades respiratorias.
  • El trabajo infantil constituyó el capítulo más degradante. Aunque las leyes fueron limitando la edad, el horario y el tipo de trabajo, no faltaron los abusos. En Francia, en 1841, la reglamentación laboral exigía que los niños tuvieran «al menos 8 años» y prohibía que trabajaran de noche. Los niños, por ser más sumisos y por cobrar un salario menor, constituyeron una mano de obra muy rentable.

El auge de la burguesía


En el siglo XIX se denominaba con el término burgués a grupos muy diversos: la antigua nobleza estamental, los empresarios (industriales, hombres de negocios, banqueros); los rentistas, que vivían de los intereses de sus fortunas; los altos funcionarios; los intelectuales y los profesionales liberales (abogados, médicos, etc.).

Los burgueses vivían en las ciudades, en los nuevos barrios del ensanche; concedían gran importancia a las apariencias; frecuentaban los clubes, salones y bailes; y se casaban entre ellos. Sus valores llegaron a ser predominantes, considerados como universales.

El origen del Día del Trabajador, 1º de Mayo 1886


El 1º de mayo de 1886, Albert Parsons, líder de la organización laboral “Caballeros del Trabajo de Chicago”, dirigió una manifestación de 80 mil trabajadores a través de las calles de Chicago, solicitando la reducción del horario laboral a ocho horas diarias.
Tras esas jornadas fueron detenidos y asesinados numerosos trabajadores. La unión de los trabajadores causó mucha alarma entre los industriales y en la prensa, pues vieron en las manifestaciones el inicio de una “revolución”.
Para perpetuar la memoria de esas luchas, desde el año siguiente se celebra cada Primero de Mayo el día del trabajo en casi todo el mundo.

Conquistas del movimiento obrero en Gran Bretaña


    • 1802:

      Se limita a 12 horas diarias la jornada laboral de los niños.

    • 1819:

      Se prohíbe el trabajo de los niños menores de 9 años en las fábricas de algodón.

    • 1824:

      Se reconoce el derecho de asociación obrera.

    • 1833:

      Se limita el trabajo de los niños entre 10 y 13 años a 48 horas semanales; entre 13 y 18 años a 69 horas semanales. Se estipula que los niños deberán acudir dos horas a la escuela durante su tiempo de trabajo.

    • 1842:

      Se prohíbe el trabajo en las minas a niños y mujeres.

    • 1878:

      Se limita el trabajo de las mujeres a 56 horas y media semanales en las fábricas. Leyes para controlar la seguridad, ventilación, comidas, etc., en el trabajo.

    • 1908:

      Primeros sistemas de seguridad social.

    • 1919:

      Reconocimiento de la jornada diaria de ocho horas.

Canciones revolucionarias: La Marsellesa

La Marsellesa (La Marseillaise, en francés) es actualmente el himno nacional de Francia. Fue escrito en 1792 por Claude Joseph Rouget de Lisle. Había sido adoptado oficialmente desde el 14 de julio de 1795 pero fue prohibido durante el Imperio Napoléonico y la Restauración.

Volvió a ser el himno nacional desde la III República Francesa (fines del siglo XIX) y durante la segunda guerra mundial fue nuevamente prohibido. Es considerado uno de los himnos más bellos del mundo.


Canciones revolucionarias: La Internacional

La Internacional (L'Internationale en francés) es la más famosa canción del movimiento obrero. Está considerado como el himno oficial de los trabajadores del mundo entero y de la mayoría de los partidos comunistas y socialistas así como de los anarquistas. La letra original, en francés, es de Eugène Pottier, y fue escrita en 1871 dentro de su obra Cantos Revolucionarios. En 1888 Pierre Degeyter la musicalizó. Ésta es una versión en español


Anarquismo


El denominador común de todas las doctrinas anarquistas es el rechazo de cualquier forma de organización que les sea impuesta a las personas. En consecuencia, los anarquistas se oponen al Estado y, desde un primer momento, aspiran a sustituirlo por algún tipo de asociación voluntaria. También rechazan la política, los partidos políticos y la participación en elecciones, así como las religiones.

Entre los anarquistas de mediados del siglo XIX, destacan el francés Proudhon, defensor de los medios de acción pacíficos, y los rusos Bakunin y Kropotkin, para quienes la violencia era necesaria para destruir el Estado.

Felipe Pigna - "La Segunda Revolución Industrial"

A partir del último cuarto del siglo XIX se produce en Europa un proceso conocido como Segunda revolución industrial que significará el triunfo del maquinismo y de la gran industria sobre la mediana y pequeña, el aumento de la producción y la expansión del mercado mundial de productos

A partir del último cuarto del siglo XIX se produce en Europa un proceso conocido como Segunda revolución industrial que significará el triunfo del maquinismo y de la gran industria sobre la mediana y pequeña, el aumento de la producción y la expansión del mercado mundial de productos.

Los ferrocarriles

Los grandes "motores" de esta Revolución fueron los ferrocarriles. La instalación de largas vías férreas proporcionó trabajo a miles de personas, al igual que la construcción de vagones y locomotoras que además demandaron el aumento de producción de los materiales con los que estaban construídos.
Inglaterra se especializó en esta industria y exportó trenes a todo el mundo. Los países compradores quedaban ligados a los fabricantes ingleses para la provisión de repuestos y personal técnico.

El Taylorismo

Las máquinas aceleraban el ritmo de producción y dejaban sin trabajo a muchos obreros, ya que lo que antes hacían diez trabajadores ahora lo podía realizar una máquina.
Esto multiplicó el desempleo. Pero además aparecieron métodos de trabajo como los de Frederik Taylor que proponían que cada obrero realizara una parte de una pieza en una cadena de montaje en un tiempo determinado.
Este sistema, llamado Taylorismo tenía como objetivo mecanizar el trabajo de los obreros y aumentar su nivel de producción.

El Fordismo

Una de las fábricas que adoptó el sistema Taylorista fue la Ford Motors Company de Ohio. En su fábrica de Detroit se armaron en la cadena de montaje los primeros Ford - T.
El dueño de la fábrica, Henry Ford, incorporó al Taylorismo un aspecto social. Decía que cada obrero de su fábrica debería ganar lo suficiente como para compararse uno de los autos que fabricaba.
Ford pensaba que los buenos sueldos garantizaban un aumento del consumo y el alejamiento de los obreros de las ideas revolucionarias. Había que incorporarlos al sistema como productores-consumidores-propietarios.

El Movimiento Obrero

El aumento de la explotación y la desocupación aumentó la movilización obrera y las huelgas que fueron dirigidas por los sindicatos socialistas y anarquistas.
Los socialistas, basados en las ideas de Karl Marx y Federico Engels, proponían el mejoramiento parcial del nivel de vida de los trabajadores a través de la acción partidaria y sindical, hasta llegar a una revolución que permita la formación de un estado dirigido por los trabajadores que haga posible una nueva distribución de la riqueza y termine con las desigualdades sociales.
Los anarquistas, seguidores de Proudhon y Bakunin proponían como método la acción sindical, no aceptando la acción política ni la existencia de estados a los que consideraban negativos en sí mismos porque siempre terminaban perjudicando a los trabajadores. Proponían la distribución de la riqueza pero no a partir de un nuevo estado. Pensaban que una vez derrotada la burguesía, no sería necesaria ninguna organización estatal.

La energía y las comunicaciones

El aumento de la producción llevó a la búsqueda de nuevos combustibles. El petróleo y la energía eléctrica permitieron crear nuevas máquinas y transportes más veloces impulsados por motores a gasolina o eléctricos.
La difusión del telégrafo y la invención del teléfono acercaron a las distintas regiones del mundo y aceleraron los negocios en todo el planeta.


Qué más?

Quedó formado en el Planeta un "mercado mundial" de paises dominantes que producían productos elaborados y países dependientes que producían materias primas.
Siempre fueron más caras las manufacturas, productos elaborados que los productos con los que estaban hechas. Esto dejaba siempre un saldo favorable para los países industriales que se expresaba en una dominación económica que terminaba siendo política.

Autor: Felipe Pigna.
Fuente: http://www.laangosturadigital.com.ar/v2/noticia.php?id_noticia=1343&origen=web

Marxismo 2: el Manifiesto Comunista



Marxismo (muy sintetizado)

El marxismo es la más importante de las teorías socialistas. Debe su nombre a Karl Marx. La teoría marxista afirma que las sociedades están determinadas por el desarrollo de sus fuerzas materiales y por la existencia de una permanente lucha de clases. A mediados del siglo XIX esta lucha se concretaba en el enfrentamiento entre la burguesía, propietaria de las fábricas y otros medios de producción, y los obreros o proletariado.

Según Marx, la lucha concluiría con el triunfo de los proletarios mediante una revolución y, tras una fase de dictadura del proletariado, se establecería el comunismo. En la sociedad comunista no habría clases sociales ni propiedad privada, y el Estado dejaría de existir.

Marx defendió la intervención de las organizaciones y partidos obreros en la lucha económica y política. Esto dio origen a los partidos socialistas, que se desarrollaron a partir de 1875. Hay que recordar que en aquellos tiempos los obreros no tenían siquiera el derecho al voto.

Marxismo 1: Marx y Engels

Frederic Engels


Karl Marx

Imperialismo 1: el reparto de África

Movimientos revolucionarios 1820 - 1848 en Europa

En 1820 se inició la primera oleada revolucionaria. Comenzó en España, donde Riego se levantó contra la monarquía absoluta de Fernando VII. En 1821 comenzó la sublevación de los griegos contra la dominación turca, que culminó con la independencia de Grecia (1829).

En 1830 se produjo el segundo ciclo revolucionario. Comenzó en Francia, donde la monarquía absoluta de Carlos X de Borbón fue sustituida por la liberal de Luis Felipe de Orléans. En Bruselas se produjo un levantamiento que dio como resultado la independencia de Bélgica. En 1831 Polonia se rebeló contra el dominio ruso, pero fue reprimida de forma sangrienta. En estas sublevaciones tuvieron especial relevancia diversas sociedades secretas.



El año 1848 fue el de mayor intensidad revolucionaria de todo el siglo XIX en Europa. Además de los ideales liberales y nacionalistas, un tercer factor influyó en los estallidos revolucionarios: la crisis económica. Las clases populares apoyaron de forma masiva los movimientos revolucionarios liberales para protestar por la situación de desocupación y hambre en que vivía la mayoría de la población.

La crisis estalló en Francia, donde se derribó la monarquía de Luis Felipe y se instauró la Segunda República. Pronto la revolución se extendió por las principales ciudades centroeuropeas, como Viena, Berlín, Milán, Budapest y Praga.

Sin embargo, las revoluciones no tuvieron éxito o no cumplieron los objetivos de quienes las apoyaron. En Francia, Napoleón III (sobrino de Napoleón Bonaparte) proclamó el Segundo Imperio. Las constituciones instaladas en muchos Estados fueron abolidas.

Ninguna de las revueltas nacionalistas de Italia, Hungría y Bohemia consiguió triunfar.

Congreso de Viena y "restauración" conservadora

Tras la derrota de Napoleón se reunieron en Viena los representantes de todos los Estados europeos, excepto del imperio otomano. Las principales potencias eran Gran Bretaña, Rusia, Prusia y Austria, y habían pactado entre sí que Francia, España y otros países de segundo orden no intervinieran en ninguna de las principales decisiones.

La intención de este congreso era que Europa retornara al orden anterior a la Revolución Francesa.

Para ello realizaron distintos acuerdos:

  • Se repuso en sus tronos a los monarcas depuestos por los ejércitos franceses. El absolutismo volvió a imponerse en la mayor parte de Europa.
  • Se reorganizó el mapa de Europa.


Imágenes sobre Napoleón