Los trabajadores de las industrias del siglo XIX tenían que soportar unas condiciones laborales muy duras:
- Los horarios eran excesivamente largos (más de doce horas, por lo general) y se prolongaron cuando se comenzó a utilizar la iluminación de gas.
- La disciplina laboral era muy dura. Se castigaba con multa al que abandonara el trabajo por cualquier necesidad o al que hablara o silbara mientras trabajaba.
- La inseguridad en el trabajo era total. El obrero debía poner un sustituto si caía enfermo; no cobraba los días perdidos y podía ser despedido sin ningún derecho. Por lo general, la fábrica no reunía las condiciones mínimas de higiene y salubridad. En las fábricas textiles, por ejemplo, el polvo de la materia prima producía enfermedades respiratorias.
- El trabajo infantil constituyó el capítulo más degradante. Aunque las leyes fueron limitando la edad, el horario y el tipo de trabajo, no faltaron los abusos. En Francia, en 1841, la reglamentación laboral exigía que los niños tuvieran «al menos 8 años» y prohibía que trabajaran de noche. Los niños, por ser más sumisos y por cobrar un salario menor, constituyeron una mano de obra muy rentable.
Muchas gracias por la publicación,me salvo la noche , esto parece ser un reflejo del liberalismo y uno no muy diferente al neo liberalismo de ahora ya que algunos empresas gigantes siguen haciendo de estas inhumanas practicas
ResponderEliminary cuanto cobraban los compas jjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaajjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjjaaaaaaaaaaaaaaaajjjjjjjjjjjajjjajajajajjjjjjjjjjjjjjjjj
ResponderEliminarNo te entendi ni verga nlse ingles
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